La seguridad es la principal preocupación después de una tormenta. De acuerdo con la Cruz Roja Americana, la electrocución es la segunda causa de muertes durante y después de las inundaciones.
Por esta razón es que a continuación, te traigo algunos consejos de seguridad a la hora de enfrentarte a una inundación:
- Si el crecimiento del agua amenaza tu casa o si vas a evacuarla, apaga la energía desde el panel central de electricidad o la caja de fusibles.
- Ten en cuenta que la corriente pasa fácilmente a través del agua, así que mantente fuera del camino de las líneas de energía que se hayan caído. Nunca manejes sobre o cerca de una línea eléctrica caída.
- Nunca reemplaces un fusible o toques un circuito con las manos mojadas, o si la superficie esta húmeda o mojada.
- Si tú casa o negocio está inundado, la compañía eléctrica no podrá reconectar el servicio hasta que el sistema eléctrico haya sido inspeccionado por un experto. Si existe daño, un electricista tendrá que realizar las reparaciones necesarias. No intentes restaurar la electricidad tu misma.
¿Qué debes saber sobre las bolsas de arena?
El uso de las bolsas de arena es una simple pero efectiva manera de prevenir o reducir los daños producidos por el agua en una inundación. La clave para su efectividad es que estén bien llenas y las ubiques correctamente.
Es necesario que te asegures que tengas suficientes bolsas de arena para construir una barrera lo suficientemente larga, ancha y alta para que soporte un colapso o la erosión. Cuando estés llenando las bolsas de arena, debes llenarla entre un tercio a la mitad de su capacidad. Nunca uses bolsas de supermercado o de basura, ya que estas tienden a deslizarse.
Es importante aclarar que las bolsas de arena no garantizan que el agua no ingrese a tu casa, ni te va a prevenir de daños causados por desechos voladores o árboles caídos en tu propiedad.
Para finalizar te recomiendo estar siempre pendiente de las alertas climáticas, ver y escuchar las transmisiones locales de televisión y radio. Así como también aprender sobre los sitios de albergues cercanos disponibles. Como dice el dicho “es mejor prevenir que lamentar”…
¡Chau chauuu!